Arquitectos: ES-arch – Enrico Scaramellini Architetto Ubicación: Madesimo, Italia Cliente: Private Año Proyecto: 2010 Presupuesto: 25,000 € Área Proyecto: 35 m2 Equipo: Arq. Cristina Pusterla, Arq. Luca Trussoni, Studio Ing. Bianco & Mastai (estructura) Fotografías: Marcello Mariana
El proyecto se basa en dos condiciones específicas: – por un lado en las necesidades del cliente, en busca de un espacio pequeño e íntimo, – y por el otro, en un lugar pequeño, especial y precioso. El paisaje alpino domina el lugar: se hace evidente la condición de un espacio privilegiado y único.
El concepto de tamaño es el guía del proyecto. Grande es la tierra, el paisaje: pequeño es el lugar, el espacio. Hay una relación mutua que inspira el proceso de diseño. ¿Cuál es el papel de la “habitación” en relación con el paisaje? ¿Cómo refleja el paisaje, cómo “adopta” a la habitación? El punto de vista cambia en una frenética búsqueda del equilibrio.
Un retiro micro para fines de semana, un lugar para la contemplación, una casa de descanso de un día agitado en una condición urbana. Una pequeña caja de madera se coloca entre dos edificios existentes. En el interior, la madera muestra su naturaleza en tonos cálidos, y en el exterior, el tratamiento superficial con pintura de color gris plateado hace eco de los colores de los bosques centenarios de los edificios rurales. Los paneles de madera, ensamblados con el desarrollo diferente de la vena (horizontal – vertical), reaccionan a la luz del sol retornando a diferentes composiciones geométricas.
En el exterior, casi en una condición mimética, la nueva fachada de madera parece ocultarse en las sombras del paisaje, para luego confirmar, con la luz del sol, su presencia, deslumbrante, lanzando una señal visible a una distancia larga. En el interior, el espacio se convierte en un lugar privilegiado con vistas al paisaje. Casi una abstracción, un extrañamiento que permite hacer hincapié en la situación privilegiada del “espectador”. Un segundo nivel de pensamiento se refiere a la estabilidad de la imagen del edificio en el paisaje: espacios vividos por periodos cortos consolidan su condición de lugar “cerrado”.
La luz que refleja de manera diferente en los paneles de madera cambia la apariencia de los colores y tonos, las vidas de fachadas deshabitadas de su propia vida. Finalmente, el proyecto pone de relieve otra ambigüedad: como un contenedor de madera, como muebles y decoración, se trata de “un guardarropía en el paisaje”. El proyecto opera en pequeño tamaño, utilizando los dispositivos simples para encontrar un lenguaje contemporáneo en contextos fuertemente caracterizados por el medio ambiente.